lunes, 19 de diciembre de 2016

Tercer trimestre: a un paso de ti

Hace siete meses abrí este blog sin saber aún si algún día llegarías a mí. Ahora, embarazada de 34 semanas, estoy muy cerca de conocerte al fin. Aunque tengo que decir que todo este tiempo no ha pasado en vano y que, por raro que parezca, siento que ya te voy conociendo. 

Sé que te gusta moverte mucho, sobre todo de noche, cuando conduzco o cuando acabo de comer. Te gusta especialmente el dulce, te vuelve loco. Eres fuerte, de eso da fe mi pobre tripita a la que golpeas a placer. También sé que respetas mucho a tu padre, o eso dice él porque cada vez que pone su mano en mi tripa tú te calmas inmediatamente (creo que va a ser él quien te duerma cada noche.. jeje). También tengo comprobado que te gusta la música. Da igual el estilo, te mueves como un loco cada vez que pongo la radio ¡En eso te pareces a mí! 

Aún no sé qué color de pelo tendrás, ni de ojos, ni a quién te parecerás más. No sé si serás tan inquieta como tu madre o igual de manitas que tu padre. No se si serás tímido o extravertido. Si te gustarán los perros o los gatos. Aún nos falta mucho por saber de ti y a ti mucho por saber de nosotros pero, sabes qué, ¡tenemos toda la vida por delante!



¡Qué vértigo da! Estamos deseando que llegues a la familia pero también sabemos que lo vas a cambiar todo. Cambiarás nuestras rutinas, horarios y hasta  nuestra forma de hablar. Nuestras vidas tal y como las conocemos dejarán de existir y pasaremos a otra etapa diferente, aunque mucho mejor, estoy segura. Tenerte no ha sido un capricho de dos días, ni mucho menos un desliz. Ya sabes lo que nos ha costado llegar hasta ti. Un largo camino que no ha hecho más que reafirmarnos en nuestro deseo de ser padres, y ahora esperamos hacerlo lo mejor posible. 

¡Pero no seas muy duro con nosotros que somos primerizos! 

Algún día comprenderás que los padres lo hacen SOLO lo mejor que pueden. Que no lo saben todo, que no son perfectos ni infalibles. Que a veces se desesperan y gritan. Que se pelean entre sí por intentar protegerte. Que son miedicas y temen que te pase cualquier cosa. Que también se ponen tristes alguna vez. Pero recuerda una cosa, Little, que los padres quieren a sus hijos como a nadie en el mundo. Que harían cualquier cosa por ellos y darían su vida. Yo no conozco otro tipo de padres, así me lo enseñaron. Los padres aman incondicionalmente, perdonan, consienten, esperan y siempre siempre están disponibles. Recuerda esto porque es muy importante. Quizá no lo entiendas hasta que no pasen unos años, pero algún día te darás cuenta que es así. 

Hasta entonces nos esforzaremos por que encuentres tu lugar en el mundo, porque en esta familia ¡ya ocupas la pole position!  ; ) 

¡¡Besos verdes de esperanza!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encantaría que dejaras tu comentario