miércoles, 19 de octubre de 2016

Cumpliendo un sueño

Ya sí. Ya me lo creo y lo disfruto. No es que no tenga miedo a un millón de cosas que pueden pasar... pero ya tengo la convicción de que voy a conocerte muy pronto. Pasada la amenaza de los primeros meses, empecé a vivirlo de otra manera. A permitirme ilusionarme, pensar en nombres, en su habitación, hacer alguna que otra compra... Vamos, a disfrutarlo, y en ese disfrute incluyo el compartirlo con toda mi gente. 

Me levanto por las mañanas y estoy feliz como una niña con zapatos nuevos, como cuando estrenas algo o tienes una cita muy especial. Cada día es una aventura maravillosa contigo, Little. Es como si no hubiera días malos, ni grises ni lluviosos, porque tú estás ya en mi vida.


¡Ahora me doy cuenta de que he estado mucho tiempo a medio gas porque ahora estoy a gas completo! 

Pesas ya 800 gramos. Te mueves como pez en el agua, bostezas, abres la boca, te chupas el dedo, giras sin esfuerzo brazos y piernas... Y todo eso lo hemos visto en directo tus papis; ¡¡es alucinante!! Y lo mejor de todo ¡es que ya te noto! Empecé a sentirte hacia la semana 20, pequeños golpecitos o aleteos. Ahora son más fuertes y ya no hay duda. Te mueves todo el tiempo y eso me encanta porque significa que estás a gusto, que estás bien.


Este domingo cumplimos 25 semanas juntos. Ya queda menos de la mitad pero no tengo prisa, disfruto también de este momento único que los dos estamos viviendo. Ayer empecé la preparación al parto con mi hermana (que ya os he dicho que está de tres semanas más que yo) y me encantó, primero porque fue útil, pero sobre todo porque me pone ya en la casilla de salida para conocerte. Es como si cada día que pasa todo fuera más real a pesar de parecerme un sueño. Porque eso eres tú, Little, un sueño cumplido para nosotros. 

Pese a todo, hoy es un día extraño. Hoy hace 3 años que perdí a una de mis mejores amigas por el cáncer. Lo cuento aquí porque a veces viene bien relativizar las cosas. Para aquellas que seguís persiguiendo vuestro sueño de ser madres no desesperéis, seguro que tarde o temprano lo conseguís. Y mientras, disfrutad del camino que por empedrado que sea siempre crecen flores, pero hay que pararse a mirarlas. Eso es lo que me enseño mi amiga Patri a la que jamás olvidaré.

Besos verdes de esperanza a tod@s 

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